El Libro de 1 Reyes narra la historia del reino de Israel desde los últimos días del rey David hasta la división del reino en dos naciones: Israel (el reino del norte) y Judá (el reino del sur). Este libro abarca aproximadamente 120 años y se enfoca en la transición de liderazgo, la construcción del templo en Jerusalén, la fidelidad (o infidelidad) de los reyes a Dios y la intervención de los profetas, particularmente Elías.
Por qué se llama «1 Reyes»: El nombre refleja el contenido del libro, que describe los reinados de los reyes de Israel y Judá. Junto con 2 Reyes, forma una obra continua que detalla el desarrollo y decadencia de la monarquía israelita.
La autoría no se menciona explícitamente, pero se atribuye tradicionalmente a un compilador o historiador profético, como el profeta Jeremías. Los eventos registrados provienen de documentos oficiales y relatos proféticos, bajo la inspiración divina.
CUATRO TEMAS PRINCIPALES
Fidelidad a Dios: Los reyes son juzgados según su obediencia a los mandamientos de Dios.
Idolatría y juicio: La idolatría recurrente de Israel y Judá lleva al juicio divino.
El papel de los profetas: Dios levanta a profetas como Elías para llamar a los reyes y al pueblo al arrepentimiento.
Unidad y división: Muestra las consecuencias de la división política y espiritual de Israel.
- La sucesión de Salomón (1 Reyes 1-2):
David, en sus últimos días, asegura que Salomón lo suceda como rey. Salomón consolida su reinado eliminando a los opositores internos.
2. El reinado de Salomón (1 Reyes 3-11):
Sabiduría de Salomón: Dios le otorga sabiduría incomparable, como se refleja en sus decisiones y escritos. Construcción del templo: Salomón construye el templo en Jerusalén, cumpliendo el sueño de su padre David. Caída de Salomón: A pesar de su gran sabiduría y logros, Salomón se aparta de Dios al casarse con mujeres extranjeras que lo llevan a la idolatría.
3. La división del reino (1 Reyes 12-14):
Tras la muerte de Salomón, el reino se divide. Roboam, su hijo, gobierna Judá, mientras que Jeroboam lidera el reino del norte, Israel, estableciendo un culto idólatra para alejar al pueblo de Jerusalén.
4. Reyes de Israel y Judá, y el profeta Elías (1 Reyes 15-22):
Se alternan relatos sobre los reyes de ambos reinos, destacando la infidelidad de la mayoría de los reyes de Israel. El profeta Elías desafía al rey Acab y a la reina Jezabel, quienes promueven el culto a Baal. En el Monte Carmelo, Elías demuestra que Jehová es el único Dios verdadero.
El Libro de 1 Reyes subraya que la verdadera prosperidad depende de la obediencia a Dios, mientras que la idolatría y la desobediencia conducen a la ruina.