El libro de Malaquías fue escrito por el profeta Malaquías, cuyo nombre significa «mi mensajero». Este libro es el último de los doce profetas menores en el Antiguo Testamento y se cree que fue escrito alrededor del año 450 a.C., después del regreso del exilio babilónico y en un tiempo cuando el pueblo de Israel estaba experimentando desilusión y complacencia.
La restauración del templo y la ciudad de Jerusalén no habían traído el cumplimiento de las esperadas bendiciones mesiánicas. En este contexto, Malaquías denuncia la falta de fervor religioso y el descuido de la ley de Dios.
El libro de Malaquías consta de 4 capítulos y está estructurado en forma de un diálogo entre Dios y el pueblo de Israel. A través de una serie de preguntas y respuestas, Malaquías presenta los reproches de Dios contra la nación, seguidos de promesas de restauración y bendición para aquellos que se arrepientan y se vuelvan a Él.
Introducción: El Amor de Dios por Israel (Malaquías 1:1-5): Malaquías comienza recordando el amor de Dios por Israel, a pesar de su falta de gratitud y fidelidad.
Reproches a los Sacerdotes (Malaquías 1:6-2:9): Dios reprende a los sacerdotes por ofrecer sacrificios impuros y despreciar su deber de enseñar la ley de Dios correctamente.
Reproches al Pueblo: Matrimonio y Lealtad (Malaquías 2:10-16): El pueblo es denunciado por su infidelidad a Dios, especialmente a través del divorcio y el quebrantamiento de los votos sagrados.
El Día del Juicio (Malaquías 2:17-3:5): Malaquías profetiza el venidero «día del Señor», un tiempo de juicio en el cual Dios purificará a su pueblo.
La Promesa de un Mensajero (Malaquías 3:6-12): Dios promete enviar a un mensajero para preparar el camino para su venida, y también llama al pueblo al arrepentimiento, especialmente en lo referente a las ofrendas y diezmos.
La Promesa de la Restauración y el Juicio Final (Malaquías 3:13-4:6): El libro concluye con una promesa de restauración para los justos y juicio para los malvados, resaltando la venida del «Elías» que precederá el día del Señor.
CINCO TEMAS PRINCIPALES
La Infidelidad y el Pecado del Pueblo: Malaquías denuncia la corrupción espiritual de Israel, incluyendo la negligencia de los sacrificios, la corrupción de los sacerdotes y el desdén por la ley de Dios.
El Amor de Dios por Israel: A pesar de la falta de gratitud y obediencia del pueblo, Dios reafirma su amor por Israel y su compromiso con el pacto.
La Venida del Mesías: Malaquías anticipa la venida de un mensajero que preparará el camino para el Mesías, el «Elías» que vendrá antes del juicio final (3:1-5; 4:5-6).
La Importancia de la Lealtad y la Justicia: Dios llama al pueblo a vivir en justicia, respetando sus votos y siendo fieles en sus relaciones, especialmente en el matrimonio.
El Juicio y la Restauración: Malaquías subraya que el «día del Señor» traerá tanto juicio para los malvados como bendición para los justos.
RELEVANCIA PARA EL CRISTIANO
Llamado a la Fidelidad: El libro desafía a los cristianos a ser fieles a Dios en todos los aspectos de la vida, a no ser complacientes en la adoración y a vivir según sus mandamientos.
El Mensaje de la Restauración: Aunque Malaquías habla de juicio, también ofrece esperanza de restauración para aquellos que se arrepienten y se vuelven a Dios, algo que se cumple en la venida de Jesús, el Mesías prometido.
La Venida de Juan el Bautista: La profecía de «Elías» que precede la venida del Señor se cumple en Juan el Bautista, quien preparó el camino para Jesús (Mateo 11:14; Marcos 9:11-13).
El Día del Señor: La esperanza en el «día del Señor» invita a los cristianos a esperar la segunda venida de Cristo, un día de juicio para el mundo pero de salvación para los fieles.
La Llamada al Arrepentimiento: Malaquías subraya la importancia del arrepentimiento genuino y la justicia, principios que siguen siendo esenciales para los cristianos en su relación con Dios.
El libro de Malaquías ofrece una advertencia seria al pueblo de Dios sobre la importancia de la fidelidad, la obediencia y la pureza espiritual. A través de las exhortaciones y las profecías, Malaquías apunta hacia la venida del Mesías, Jesús, quien trae tanto juicio como restauración. Para los cristianos, el mensaje de Malaquías sigue siendo relevante hoy, recordando la necesidad de vivir con integridad, justicia y esperar el regreso de Cristo con esperanza y reverencia.