La oración por los enfermos es un acto de fe y compasión que refleja nuestra dependencia de Dios como sanador. En la Biblia, se nos exhorta a orar unos por otros para recibir sanidad (Santiago 5:14-16). La oración fortalece al enfermo, brinda paz en medio del sufrimiento y puede ser un medio por el cual Dios obra sanidades milagrosas o consuela en la dificultad. Más allá de la recuperación física, la oración renueva el espíritu y nos acerca a Dios, recordándonos que Él tiene el control sobre toda situación.