LA VIDA EN SANTIFICACIÓN
pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación. Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo. 1 Tesalonicenses 4:7-8 Queridos amigos, veamos cuál es la vida que agrada a Dios. La palabra es clara en cuanto a cómo conviene que…