El alma abatida y turbada
¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío. Salmos 42:11 RVR1960 Queridos amigos, vivimos en mundo de tribulación, donde no faltan los problemas, las penas son frecuentes, el dolor es cotidiano, el sufrimiento se ve…