Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré; de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré Lo que me pueda hacer el hombre. Hebreos 13:5-6 RVR1960
Queridos amigos, no sólo los nuestros, sino también una mayoría de los políticos en el mundo prometen el oro y el Moro con tal de conseguir votos y ser electos.
En absoluta contraposición tenemos a nuestro Dios todopoderoso que nos hace muchas promesas y las cumple.
¿Qué podría Él necesitar de nosotros? ¿Qué podríamos darle? En ambos casos la respuesta es: nada.
No obstante, ello Él se apiada de nosotros y también ama a sus hijos, incluso ama (de una manera diferente) a los que no son sus hijos.
Pero lo que Él hace, lo realiza por amor de Su nombre, lo dice en varias partes de la Biblia.
Por amor de su nombre el Dios de todas las cosas nos provee a los creyentes y nos ayuda. Él no nos desamparará ni nos soltará de su mano jamás.
El mundo nos lleva a vivir una vida de ambiciones y la palabra dice que el camino es otro.
La ambición nos priva de visión y nos lleva en muchos casos a avaricia.
Debemos comprender que todo lo que tenemos se lo debemos a Dios porque Él nos lo da y porque finalmente Él es el dueño de todo.
Entonces con todo derecho Dios nos puede ordenar que no seamos avaros.
Adicionalmente nos exhorta a estar contentos con lo que tenemos. En otras palabras nos dice que no seamos ambiciosos.
Debemos entender que se trata de no tener a la ambición como ídolo, bajo un concepto de ambición desmedida.
Al fin y al cabo todos soñamos con mejores condiciones de vida y no creo que eso esté en contra de la voluntad de Dios.
Si no llega más de lo que hay, nuestra posición debe ser la de estar contentos de todos modos , porque Dios promete que nada nos faltará de lo que Él en su perfecta sabiduría quiera darnos, conociendo nuestras necesidades mejor que nosotros mismos.
Finalmente, temeremos lo que nos pueda hacer el hombre? Claro que no, porque Jehová de los ejércitos está con el creyente, es su firme e ineludible promesa, y no es promesa de político.
Que Dios bendiga sus mentes y corazones.
P.D. Perdón si algún político se da por aludido, mi deber cristiano es también amar a los políticos y pido por sus almas al Todopoderoso. Dios no hace acepción de personas.