Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. Romanos 12:1 RVR1960
Queridos amigos, si bien la relación con Dios es de carácter espiritual, el cristiano ha de saber que debe servir a Dios tanto con su cuerpo como con su espíritu.
En la medida en que se tiene consciencia que el cuerpo del cristiano pertenece a Dios, se afianza el concepto de que no se puede actuar con el cuerpo como si fuese propio. Es común escuchar de las personas que cuando se les encomienda cuidar de un bien ajeno, éstas digan que lo cuidan mucho mejor que si fuera propio. Ese mismo principio aplica para el cuerpo del creyente, que no es propio, sino de Dios.
No es casualidad que el apóstol Pablo haga un llamado tan lleno de poder, rogando a sus hermanos en Cristo de la Iglesia de Roma en nombre de las misericordias de Dios. Por misericordia somos tomados en cuenta para recibir la gracia de Dios y son innumerables las misericordias que necesitamos y recibimos por nuestros pecados constantes.
¿No es ese un aliciente suficiente como para presentar nuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios? El cuerpo es el templo del Espíritu Santo y el instrumento a través del cual Dios realiza su maravillosa obra en el hombre. Por lo expuesto, es un deber el cuidar del cuerpo y ofrecérselo a Dios todos los días conjuntamente a todo lo que se hace.
El culto racional es diario no solo de domingo. Cotidianamente, es decir día tras día, debemos ofrendar nuestra vida a Dios, dedicándole todas nuestras acciones y pensamientos. Es deber del cristiano rendir culto a Dios en todo momento y lugar, no importando dónde se encuentre o con quién esté.
Rendir culto es una manifestación externa de dedicación a Dios. El cristiano no solo debe basar su fe en el culto que se compone de los actos que se realizan en el templo bajo la dirección de un líder, sino más bien en dedicarle su vida completa a tiempo completo al Señor, lo cual incluye su cuerpo físico y sus posesiones.
Racional significa que obedece a juicios basados en el pensamiento y la razón. Esto implica que por el poder de Dios el convertido está preparado para comprender los motivos para ofrecer su cuerpo y dar razón de por qué desea hacerlo.
El sacrificio vivo significa en vida y hace alusión a los sacrificios de animales que debían morir porque era requisito de la Ley de Dios en el Antiguo Testamento, eran sacrificios muertos. Cristo se ofreció en sacrificio y murió, ahora le toca al creyente ofrecerse en sacrificio en vida, siendo obediente a las Sagradas Escrituras, dejando a su yo y sus propios deseos de lado para seguir a Cristo.
No existe mejor forma de agradecerle a Dios, que poner todas las fuerzas, toda la mente, toda el alma y todo el corazón a su servicio. Recordando sin cesar las bendiciones de su maravillosa gracia con el gozo de ser hijo de Dios.
Caminar por el camino de santidad no es otra cosa que morir a uno mismo para dejar que Cristo viva en uno. Dar nuestro cuerpo en sacrificio vivo es renunciar al ego, egocentrismo, egoísmo para morir cada vez más al pecado, viviendo cada vez más para la justicia.
Cuidemos de nuestro cuerpo y de nuestra alma mirando las cosas de Dios y evadiendo las cosas del mundo. Esta muy de moda hacer culto al cuerpo y cuidarlo en exceso por motivos equivocados y esa no es la forma de cuidar el cuerpo que Dios requiere. Que lo que el cristiano haga, esté enfocado en la búsqueda de la Verdad y la Justicia con un celo especial por las cosas de Dios.
Les deseo muchas bendiciones en este día.