«Aléjense de toda clase de mal.» 1 Tesalonicenses 5:22 NTV
Queridos amigos, podríamos decir que lo que nos dice el apóstol Pablo es un pedido natural, sin embargo, no es tan natural…
Veamos primero qué es el mal. Podemos decir que el mal es lo contrario del bien. El mal es la ausencia de moral, bondad, caridad. El mal es todo lo que contraviene lo establecido por Dios como bueno.
El mal existe, pero NO ha sido creado por Dios. Es la consecuencia de la desobediencia de Lucifer y de querer equipararse a Dios en atributos y poder.
Lucifer fue un ángel hermoso, ahora es un ángel caído más conocido como Satanás. Es el príncipe de este mundo, y en su maldad se ocupó de tentar a Eva.
Las consecuencias son que los humanos también somos seres caídos por esa primera transgresión y tenemos a nuestra propia carne como enemigo, que nos lleva a pecar, es decir a hacer el mal. Por eso se habla de los deseos desmedidos de la carne.
El mundo y sus opiniones contrarias a las de Dios también es un factor determinante en la generación del mal.
Finalmente está Satanás y su séquito de demonios, que tienen al mundo bajo su control, buscando hacer el mal donde sea posible, tratando de llevar a la mayor cantidad de personas a la perdición, especialmente a través de la tentación. (En mi blog quedicelabibliasobre.com hay un artículo sobre la tentación, que se los recomiendo). Para alejarse del mal primero hay que saber distinguir entre el bien y el mal.
Los creyentes tenemos la bendición de contar con el Espíritu Santo, quien nos da convencimiento de pecado, es decir nos muestra todo lo malo que hacemos. Si bien el Espíritu Santo actúa poderosamente, es también necesario, sino imprescindible, conocer la palabra escrita de Dios en detalle.
Una vez que se tiene la capacidad de discernimiento entre el bien y el mal, por obra del Espíritu Santo y a través de la lectura de la Biblia, se requiere poner esfuerzo para alejarse de lo que se sabe malo. Nuevamente contamos con el refuerzo de Dios, porque podemos acudir a Él en oración para pedirle que nos ayude a alejarnos del mal y nos libre de mal y tentación.
Alejarse del mal solo con el poder humano es casi imposible, por lo que se requiere del poder de Dios para lograr el objetivo.
Pidámosle a Dios en oración para que nos bendiga con su gracia y podamos comenzar una vida alejados del mal y por ende del pecado.
Que Dios les bendiga con su infinita gracia.