«Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.» Hebreos 4:13 RVR1960
Queridos amigos, por si no lo sabemos, el todopoderoso Dios sabe todo de todos y no sólo tiene el conocimiento, sino también los ojos y oídos que lo ven y oyen todo.
Nos es imposible engañar a Dios. Podemos tener el mejor camuflaje posible a los ojos del hombre, podemos hacer muchas cosas malas a la vista de muchos ojos humanos y es posible que nadie se de cuenta, pero Dios sí sabe qué hacemos.
Incluso nos podemos engañar a nosotros mismos. Él nos conoce mejor, que nosotros a nosotros mismos.
Podemos mostrarnos piadosos ante los hombres, pero es imposible fingir la fe a los ojos de Dios, porque Él examina hasta lo más íntimo de nuestro ser, y lo hace Él mismo y también a través de su palabra, que es cortante como espada de doble filo, además de ser viva y eficaz.
A nuestro Dios creador de todas las cosas nada ni nadie se le escapa.
Al leer la palabra de Dios, ésta nos lleva a aprender a diferenciar lo bueno de lo malo, lo justo de lo injusto.
La palabra es poder de Dios, nos llega, nos emociona, nos sorprende, nos sacude y hace temblar las fibras más profundas de nuestro ser.
Cada uno de nosotros es juzgado por la palabra de Dios y será juzgado por Dios mismo. Todos debemos rendir cuentas a la palabra viva, así como rendiremos cuentas al Dios viviente autor de la misma.
Que tengan un buen día, bendecido por Dios.