Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, Y él aprueba su camino. Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, Porque Jehová sostiene su mano. Salmos 37:23-24 RVR196
Queridos amigos, ¿cuántas veces hemos tropezado y caído en las más diversas circunstancias de nuestras vidas?
Muchos de nosotros hemos pasado por sufrimientos al levantarnos de nuestras caídas. Con seguridad la mayoría de nosotros nos hemos vuelto a levantar a través de nuestros esfuerzos y dolores, «solitos» como solemos decir.
Todo cambia cuando tenemos a Jesús en nuestras vidas y corazones.
A partir de que somos regenerados en espíritu, pasamos a un nuevo estado de vida espiritual y también somos bautizados en el Espíritu Santo, quien a partir de ese momento mora en nosotros y nos acompaña a tiempo completo.
El gran cambio se da cuando El Dios Padre permite que pasemos del estado de incrédulo al nuevo estado glorioso de creyente.
El creyente anhela ser obediente a través de su espíritu regenerado.
El salmista nos pone una solución para no tropezar.
Que los pasos del hombre sean ordenados por Dios, significa nada menos que el hombre (y la mujer) debe(n) seguir lo que Dios manda en su palabra.
Se podría entender de manera equivocada que Dios ya tiene previsto todos los pasos que daremos, pero no es así, aunque Él es omnisciente (lo sabe todo). El permite que tomemos nuestras decisiones.
En la medida en que vivamos en obediencia Dios aprobara nuestros caminos. Leamos la Biblia para saber qué es lo que Dios quiere que hagamos.
Ahora viene lo más lindo del pasaje, porque demuestra la bondad y misericordia de nuestro hermoso creador. Él ordena que Le seamos obedientes, sin embargo, por su omnisciencia, sabe que en algún momento vamos a caer.
Lo hermoso es que una vez que hemos sido adoptados como sus hijos, Él ya no nos suelta de su mano.
Su mano poderosa nos sostiene y cuando caemos nos ayuda a levantarnos.
Alabemos a Dios por ser tan bondadoso con nosotros.
Disfruten del resto del día recordando las maravillas de Dios. Un abrazo cristiano.