Cantad a Dios, cantad; Cantad a nuestro Rey, cantad; Porque Dios es el Rey de toda la tierra; Cantad con inteligencia. Salmos 47:6-7 RVR1960
Queridos amigos, la palabra dice que Satanás es príncipe de este mundo, sin embargo Dios es el Rey.
Si bien la primera parte nos eriza la piel, la segunda nos llena de alegría y esperanza.
Reconocer a Dios como nuestro rey es lógico y bastante fácil. Se torna más complicado cuando debemos reconocer lo que implica que Él sea nuestro Rey.
Si el es nuestro Rey, nosotros somos sus súbditos, sus siervos, por lo tanto debemos servirle y ante todo debemos rendirnos en obediencia.
Sabemos por la historia de los diferentes reyes del mundo el final de los siervos desobedientes. Ese final trágico pudo haberse dado por injusticia de alguno de los reyes.
Sin embargo el final de los siervos desobedientes de este perfecto Rey será trágico en absoluta justicia.
Los reyes del mundo solo podían doblegar a sus súbditos para obediencia. Nuestro Rey puede cambiar los corazones para obediencia sin ejercer la mínima fuerza física.
Nuestro Rey, no sólo es rey en el mundo, sino también en el universo y tiene todo el poder, la sabiduría y el conocimiento.
Abrámosle nuestro corazón, arrepintámonos de nuestros pecados y pidámosle perdón, implorándole que nos haga obedientes.
Con el corazón puro podremos cantarle en alabanza y nos gozaremos de sus maravillosas promesas.
Entonces estaremos cantando con inteligencia.
Alabado sea Dios, Rey todopoderoso y misericordioso.
Les deseo un gran día, bendecido por el magnífico Rey.