Entraré al altar de Dios, Al Dios de mi alegría y de mi gozo; Y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío.» Salmos 43:4 RVR1960
Queridos amigos, cada vez que entramos al «altar de Dios» y limpiamos nuestro corazón delante de Él a través de la oración y la lectura de su palabra, el resultado es gozo y alegría.
La fuente de gozo y alegría no se encuentra en los entretenimientos que este mundo pueda ofrecer, tampoco se encuentra en los momentos de placer que este mundo pueda proveer.
Más bien radica en esos momentos en que nos encontramos frente a Dios.
En el «altar de Dios» significa que se está en la presencia de Dios.
¿Cómo podemos estar en la mismísima presencia de Dios? Eso será después de nuestra muerte, sin embargo contamos con su palabra y cada vez que meditamos en ella y nos postramos en oración podemos decir que estamos en Su presencia.
A pesar de nuestro pecado nos gozamos en el Señor, porque sabemos que Él es justo y fiel para perdonarnos si le confesamos nuestro pecado en arrepentimiento genuino.
Ante tanta bendición solo deseamos alabarle en agradecimiento eterno, alabarle con arpa.
Que tengan un día bendecido