Cuando vayas al magistrado con tu adversario, procura en el camino arreglarte con él, no sea que te arrastre al juez, y el juez te entregue al alguacil, y el alguacil te meta en la cárcel. Lucas 12:58 RVR1960
Queridos amigos, tiene mucho sentido el solucionar de buena manera los problemas con otros.
Se suele decir que es mejor evitar los juicios porque los únicos que salen ganando son los abogados. Eso conlleva a que en un acto de sabiduría se haga todo el esfuerzo procurando arreglar la situación con la contraparte.
El versículo se refiere a los asuntos del alma y es en ese sentido que Dios desea que seamos por lo menos igual de sabios en nuestro actuar espiritual que en las cosas del mundo. La reconciliación debe ser lo más importante, no debemos perder tiempo para reconciliarnos, es menester hacerlo rápido.
Que Juzguemos por nosotros mismos lo que es justo, es lo que nos lleva a discernir el Señor Jesucristo (Lucas 12:57). Es por eso que el cristiano debe incluso estar dispuesto a sacrificarse en cuestiones de reconciliación, porque si se presenta una disputa entre hermanos se está deshonrando a Jesucristo, lo cual no es justo en absoluto. Ante tal situación es preferible salir perdiendo que ir en contra del Señor.
Este pasaje no nos enseña que debemos ponernos en paz con Dios, como si Él fuera el mencionado adversario. El término adversario se refiere a una persona que es el oponente dentro de la perspectiva legal, quien por tener razón o contar con poder político y/o económico puede conseguir que terminemos en la cárcel.
Tampoco se trata de un paralelismo entre un juez terrenal y Cristo, quien es nuestro justo juez y nos juzgará a todos, liberando de culpa a unos por haber sido justificados y dando el merecido castigo a otros por su rebelión contra Dios.
Finalmente si la cárcel fuese un término utilizado como ilustración para referirse al infierno no diría que existe la posibilidad de salir una vez pagada la deuda (Lucas 12:59). Quien termina en el infierno lo hace para permanecer en él por toda la eternidad.
Hagamos un justo juicio de las cosas y evitemos las contiendas, envidias, iras, divisiones, murmuraciones, maledicencias, soberbias
Les deseo un lindo día a la luz del Evangelio del Señor Jesucristo.