Y cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos. ¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado. Apocalipsis 15:3-4 RVR1960
Queridos amigos, cuán impresionante habría sido poder ver pasar al pueblo de Israel a través del Mar Rojo, las aguas separadas y la tierra seca, más aún viendo al pueblo formado por millares que iba cantando al unísono el cántico de Moisés.
Este cántico trata sobre el éxodo del mundo y la destrucción de los enemigos.
Todos los creyentes somos, en verdad, forasteros en este mundo y nos iremos cantando de este mundo al cual no pertenecemos.
Serán tiempos en los cuales ya no habrá opción para el arrepentimiento, el tiempo para ello habrá pasado y la destrucción de los impíos será un hecho sumamente doloroso, tal cual fue la destrucción de los egipcios que perseguían al pueblo de Israel.
Los redimidos se irán cantando las maravillosas obras de Dios, alabando su grandeza.
Cómo no seguir sus caminos, si éstos son justos y verdaderos. La justicia y la verdad que provienen de Dios son dignas de todo loor y de ser exaltadas en la eternidad.
Tengamos muy presente que la única verdad viene de Jehová, no nos equivoquemos y sigámosla sin dubitar, aunque nuestra naturaleza humana caída nos diga lo contrario.
Vivamos con hambre y sed de la justicia de Dios para ser bienaventurados.
Todos, al final, temerán y glorificarán al Rey de los santos, píos e impíos reconocerán su majestad y le llamaran Rey de reyes. Todos doblarán rodillas ante este maravilloso Señor mientras le estén alabando.
Ante el manifiesto juicio de Dios nadie podrá esconderse menos alejarse, se tendrá a todos los no arrepentidos mirando la gloria de Dios, algunos quizás sorprendidos y otros tal vez aterrados.
Se verán obligados a reconocer lo equivocados que estaban cuando ignoraban al gran Señor y se verán adorando a quien rechazaban.
Ya me imagino a los creyentes, junto con todos los seres celestiales, alabando con máximo gozo la santidad, la justicia y las maravillas de Dios, glorificando su Nombre, exaltando su poder y gloria.
Que tengan un lindo día, dedicado a pensar en seguir la justicia de Dios.