Las misericordias de Jehová cantaré perpetuamente; De generación en generación haré notoria tu fidelidad con mi boca. Porque dije: Para siempre será edificada misericordia; En los cielos mismos afirmarás tu verdad.» Salmos 89:1-2 RVR1960
Queridos amigos, recuerdo que en las películas de mi infancia el bueno después de muchos sufrimientos finalmente tenía la oportunidad de tener al malo en sus manos para vengarse.
El que había mostrado tanta seguridad en su maldad se encontraba a merced del bueno y de rodillas pedía piedad, piedad por favor…
Esta es una figura que se adecua como anillo al dedo para describir la situación de los perdidos espirituales, que sin embargo no están pidiendo piedad a Dios, porque su maldad no les permite ver su necesidad de misericordia.
Si no fuera porque Jehová es un Dios misericordioso y además quien regala misericordias, ninguno de nosotros tendría la menor chance de ser redimido de su pecado para salvación eterna.
Misericordia es no recibir lo que merecemos y lo que todos merecemos es ir por la eternidad a morar en el lago de fuego y azufre, por nuestra constante agresión a la santidad de Dios a través de nuestro pecado.
Ya vemos el motivo del cantar rebosante de felicidad del salmista, él sabe que solo y únicamente por la misericordia de Jehová es posible vivir eternamente. No existe otra forma de llegar al cielo.
Otro atributo de Dios es su fidelidad. Podemos estar más que seguros que jamás dejará de ser fiel. Jehová ha realizado muchas promesas en el transcurso de la vida del hombre, desde que fue creado, y nosotros podemos estar completamente seguros que cada una de ellas se cumplirá tal cual fueron manifestadas.
El salmista quiere elevar a la máxima potencia su confianza en que Dios nunca miente y que siempre cumple en plenitud todo lo que dice. Para él es importante que todas las generaciones lo sepan.
Es tal la seguridad del salmista que afirma que Dios no sólo asegura su fidelidad en la tierra, sino que también en los cielos será afirmada su verdad, es decir que su verdad y su misericordia son perdurables para siempre.
Es por eso que se habla de que la misericordia de Dios para sus escogidos es eterna.
Les deseo un día radiante, alumbrado por la luz de Cristo Jesús.