Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: Este pueblo de labios me honra, Mas su corazón está lejos de mí. Marcos 7:6 RVR1960
Queridos amigos, solo a través de la fe, que es don de Dios, se logra creer en Cristo Jesús como Señor y salvador para salvación y vida eterna.
La fe genuina es un don de Dios y así lo dice la Biblia: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto (la fe) no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.” Efesios 2:8-9 RVR1960
Cuando se ha sido bendecido con el don de la fe se comienza a creer de manera verdadera, lo cual lleva a tener un corazón cercano a Dios y a querer honrarle genuinamente.
Eso no pasaba con los fariseos que decían creer de manera profunda en Jehová, éstos solo tenían una fe intelectual que les llevaba a honrar de pura boca al Creador, porque su corazón estaba lejos de Él.
Veamos el significado de corazón en este contexto, que no está relacionado a lo afectivo, el corazón es más bien el centro del hombre donde nace toda la conducta humana, alude a lo más profundo e íntimo, es decir los sentimientos, pensamientos, razonamientos o en otras palabras la personalidad consciente e inteligente del hombre. La conducta del hombre a favor o en contra de Dios está enraizada en su corazón.
Los fariseos y todos los judíos estaban convencidos que para mantenerse puros era imprescindible cumplir con sus legalismos, de por ejemplo lavarse las manos de una manera especial, y criticaban duramente a los discípulos de Jesús porque no cumplían con la tradición de los ancianos.
De ahí que Jesús los expuso como hipócritas porque su vida entera estaba regida por normas que no satisfacían la demanda de santidad de Dios.
Se trataba de personas que tenían un corazón de piedra, que solo puede ser convertido en corazón de carne por el poder de Dios a través del regalo de la divina gracia.
Vemos que la salvación no es por obras, es decir que no hay que cumplir ni legalismos ni hay que realizar obras de gran bondad para convertirse y ser salvo. Es solo por gracia por medio de la fe.
El don de gracia es un regalo inmerecido que se recibe de Dios dentro del marco de su soberanía.
Les deseo un día lleno del amor de Dios.