Con Dios está la sabiduría y el poder; Suyo es el consejo y la inteligencia. Job 12:13 RVR1960
Queridos amigos, en este mundo en que vivimos cada vez más la gente hace lo que le viene en gana.
Cuando nos expresamos de esa manera es porque consideramos que no están haciendo lo bueno, lo cual refleja nuestra capacidad de discernimiento entre lo bueno y lo malo.
El sentido moral implantado por Dios dentro del hombre natural conduce a mencionadas conclusiones, pero al parecer no es suficiente, porque nadie se libra de hacer lo malo, entonces estaríamos viendo la paja en el ojo ajeno evitando mirar la viga en el nuestro, aunque el creyente también es llamado a realizar sano juicio..
Después del nuevo nacimiento existe un cambio radical en la percepción del convertido, pues empieza a ver las cosas desde la perspectiva de Dios, llevando dentro de sí un anhelo vehemente por hacer su voluntad, es decir ser obediente a sus designios, mandatos, preceptos, decretos, etc.
El creyente sabe que todo lo que viene de Dios es bueno y perfecto, además el buen consejo y el entendimiento le pertenecen. Bajo dichas premisas es completamente comprensible anhelar seguir el consejo de Su voluntad.
La sabiduría de Dios sobrepasa a todos aquellos que llevan una vida de necedad y maldad cuyo consejo domina en muchos ámbitos de la vida contaminando a quienes se les acercan, sin embargo, Dios en su sabiduría sabe usar hasta a éstos para sus propósitos.
Si Dios dejará a estos sujetos libres al consejo de su propia voluntad, viviríamos en un mundo aún más caótico y lleno de confusión, cada vez más cercanos a la peor de las ruinas. Los entendidos en el entorno del mundo lo describen como volátil, incierto, complejo y ambiguo, esto se debe a la falta de sabiduría y a la cada vez más grande ausencia de honestidad. Me pregunto cómo sería este mundo sin la intervención de Dios, el desastre estaría a las puertas en cada nuevo amanecer.
El hombre natural se resiste a la voluntad de Dios solo porque Él lo permite. ¿Habrá en verdad quien pueda resistirse al consejo de la voluntad del Todopoderoso? ¿Habrá alguien quien pueda resistirse a su poder? La respuesta es: No, no hay quien pueda resistirse, aunque una gran mayoría del mundo lo hace consciente o inconscientemente. Jesús fue contundente cuando dijo: Porque yo les daré palabra y sabiduría, la cual no podrán resistir ni contradecir todos los que se opongan (Lucas 21:15).
¿Quién se endureció contra Dios y le fue bien? La respuesta es obvia, pues Él es sabio de corazón y muy poderoso en fuerzas (Job 9:4). Seguir fielmente a Dios tiene como consecuencia positiva que al seguidor le vaya bien, pues grande es el Señor nuestro, y de mucho poder; y su entendimiento es infinito (Salmos 147:5).
Seguir al que hizo la tierra con su poder, al que puso el orden en el mundo con su saber, y extendió los cielos con su sabiduría (Jeremías 10:12) es y será siempre la mejor opción, pues sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la sabiduría (Daniel 2:2).
Si Dios nos dice conmigo está el consejo y el buen juicio; yo soy la inteligencia; mío es el poder (Proverbios 8:14) no queda otra que postrarse a sus pies y seguir su consejo, pero, a pesar de contar con la Palabra escrita, el hombre natural vive resistiéndose a lo bueno.
¿Quién le enseñó a Dios o quién le aconsejó enseñándole? ¿A quién pidió consejo para ser avisado? ¿Quién le enseñó el camino del juicio, o le enseñó ciencia, o le mostró la senda de la prudencia? (Isaías 40:13-14). Ante tan obvias respuestas queda una pregunta ¿habrá alguien mejor para seguir?
Para los llamados Jesucristo es poder de Dios y sabiduría de Dios (1 Corintios 1:24), sigamos a la verdad y a la justicia, pues los creyentes genuinos tenemos herencia en Él, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad (Efesios 1:11).
Les deseo un día muy bendecido.