pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros. 1 Tesalonicenses 1:5
Queridos amigos, el Evangelio de Jesucristo no sólo es la buena noticia, sino la mejor noticia que podamos recibir.
El Evangelio es lo que todo convertido debe difundir a la cantidad mayor posible de personas. Es un mandato bíblico de suma relevancia para el creyente. La relevancia es tal, que es de vida o muerte. Los que reciben la buena nueva y creen en Jesucristo como su Señor y Salvador tendrán vida abundante dice la palabra, los que no, no podrán decir que no tuvieron la oportunidad de tener vida abundante y serán lanzados al lago de fuego y azufre, también lo dice la Biblia.
¿Qué es el Evangelio? Es la buena noticia de que Jesús vino al mundo para morir en muerte sacrificial y sustituta por el pecador. Es un sacrificio que paga el pecado de los hombres por una vez y para siempre.
El Evangelio también se puede resumir de la siguiente manera: el problema de la humanidad es el pecado, la solución al problema es la cruz, es decir la muerte «en vez de nosotros» de Jesús. Para que la cruz se haga efectiva en nuestras vidas es necesaria la fe. La fe es un don de Dios, es decir que Él nos la da en función a su decisión soberana. La fe es precedida y seguida del arrepentimiento de pecados, con fe nos es posible aceptar el señorío de Jesucristo y reconocer que Él es nuestro Salvador. Una vez recibido el don de fe, hay un paso que es la regeneración del espíritu, acto en el cual el nuevo creyente recibe el bautismo en el Espíritu Santo.
El Espíritu Santo es quien obra a partir de ese momento en el creyente dándole convencimiento de pecado para arrepentimiento, eso se describe como el comienzo del camino en santidad. El convertido durante su caminar se va desarrollando espiritualmente y genera un rechazo al pecado y a las cosas que Dios odia, genera también un amor especial por las cosas que Dios ama. Este crecimiento es hasta que se cumpla la promesa de Dios de que el creyente será perfeccionado para poder morar con Él en el cielo en vida eterna.
El Evangelio es poder de Dios para convertir a los no creyentes según Su decisión soberana, es poder del Espíritu. El mismo Espíritu da la certeza, es decir la fe. El acto de evangelizar se entiende como un acto de amor, aunque para algunos es detestable.
Si alguno te habla del Evangelio, ten por seguro que quiere aportar en que recibas de Dios el mejor regalo del universo, escúchale.
Que Dios les de su mayores bendiciones.