Y sea tu casa como la casa de Fares, el que Tamar dio a luz a Judá, por la descendencia que de esa joven te dé Jehová. Rut 4:12 RVR1960
Queridos amigos, Booz, el hombre que decidió redimir a Rut, no solo supo identificar a una mujer virtuosa, sino que reconocía el valor de ser piadoso.
El pariente de Noemí y Rut, de quien se perdió el nombre en la historia, resultó estar más interesado en las cosas terrenales (como de la mayor parte de los hombres). Cuando Booz le informó a mencionado pariente, que Noemí estaba poniendo a la venta una parte de las tierras que fueron de su pariente Elimelec, el pariente se mostró interesado, porque se le presentaba una posibilidad interesante para incrementar su fortuna. Sin embargo, apenas se enteró de que había que redimir a Rut al mismo tiempo, pensó que eso afectaría a su patrimonio y desistió del trato.
El pariente ya estaba haciendo cálculos de en cuánto crecería su fortuna. Es lo que solemos hacer cuando se nos presentan tales oportunidades, pero que al final no cumplen con la expectativa, porque están ligadas a una responsabilidad, como ser la oferta de redención del alma.
Es un tipo de sabiduría egoísta, que en realidad puede ser descrita como necia. La respuesta necia dice: No es conveniente para estos momentos, todavía es posible cosechar más en este mundo. La fijación en lo material enceguese de la verdadera necesidad espiritual.
Muchos prefieren rechazar la salvación de Cristo, por ser algo lejano e intangible, y dan preferencia a salvaguardar sus bienes terrenales y un (supuesto) bienestar, como el disfrute de la comida y la bebida y de las diversiones mundanas.
Tamar, al igual que Rut, vivió una vida de desventuras, aunque sus condiciones fueron diferentes. A pesar de las diferencias que las pueden separar, tuvieron la acción de la providencia de Dios en común.
La gente del pueblo estaba bendiciendo a Booz deseándole un futuro similar al de Tamar y Judá, quienes tuvieron a Fares como hijo. Lo que no sabían es que Tamar se había constituido en parte de la genealogía de Jesucristo y que Rut también se convertiría en ancestro del rey David y de Jesucristo.
Dios había escogido a otra mujer de origen pagano, Tamar también fue de origen pagano, para demostrar que no hace acepción de personas y para mostrarle al pueblo de Israel, que también entre los gentiles habían bendecidos suyos.
Dios bendice. Booz era un hombre mayor, se le presentó la posibilidad de redimir y casarse con una mujer joven, que le daría hijos. Dios lo bendijo con matrimonio y un hogar feliz. Rut no pudo tener hijos en su primer matrimonio, es probable que haya implorado a Dios por un hijo, al quedar viuda sus posibilidades de ser madre se extinguieron. Dios la premió con una casa segura y con hijos. Noemí también recibió seguridad y la alegría de saber que su querida nuera estaba en manos de un hombre piadoso. Finalmente le nace un nieto, que si bien no era de sangre, lo era principalmente por amorosa afinidad y también legalmente.
Dios obra. Convierte la pobreza e inseguridad en seguridad. Convierte un camino oscuro y sin salida previsible en un nuevo camino de luz, que tiene su inicio y final en Cristo. Transforma la desolación por muerte en vida, es manantial de vida y obra para el nacimiento de un niño.
Les deseo un día muy bendecido.
“Es mejor decir la verdad que duele y luego sana, que la mentira que consuela y luego mata”. A.R.