Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Juan 15:10 RVR1960
Queridos amigos, Cristo es tan bondadoso con sus fieles que les ofrece el mismo amor divino que Él recibió del Padre cuando en obediencia cumplió a la perfección todo lo que se le había encomendado.
Deseo imaginar y no puedo hacerlo, no logró entender la inconmensurable dimensión del amor de Dios para con el Hijo. Si es ese mismo amor el que recibimos del Hijo, entonces también es de características inimaginables para nuestra limitada mente humana, un amor tan grande cuya dimensión no podemos cuantificar. Es el amor ágape un tipo de amor que solo los verdaderos convertidos pueden conocer, aunque no puedan entenderlo en su real dimensión.
Preguntémonos, ¿por qué a seres caídos, que constantemente pecan en contra de Dios, es dada tan grande bendición? La respuesta probablemente la sepamos cuando estemos al lado de Jesucristo, mientras tanto nos debemos satisfacer con el hecho de que así le place al Padre, Él tiene misericordia de quien quiere tener misericordia, es Dios y como tal actúa soberanamente.
Jesús se está dirigiendo a sus discípulos, que son convertidos, diciéndoles que si guardan sus mandamientos, entonces la consecuencia será que permanecerán en su amor. ¿Se trata de una condición a cumplir para estar en el amor de Cristo, o debería entenderse que en la medida que más cumplamos Sus mandamientos más amor recibiremos?
Para llegar a estar en el amor de Cristo, ¿es suficiente ser obediente y guardar Sus mandamientos? La obediencia por sí sola no lleva a estar en el amor de Cristo, si así fuera los fariseos hubieran sido salvos.
El famoso fariseo llamado Saulo de Tarso era fariseo de fariseos, irreprensible cumplidor de la ley, sin embargo, solo fue salvo a través de la gracia que Cristo le regaló. Se trataba del apóstol Pablo quien recibió el llamado de Jesucristo y sufrió el arrepentimiento que lo llevó a conversión.
Observamos que para permanecer en el amor de Cristo Jesús es preciso cumplir una condición primigenia, la de estar perdonado de todo pecado a través de Su muerte sustituta en la cruz, la cual lleva a que el Dios Padre justifique al pecador.
Muere un pecador al pecado y nace un hombre nuevo a quien Cristo puede amar con el mismo amor con el que Dios Padre ama a su Hijo. El nacido de nuevo busca entender la dimensión de ese gran amor recibido y comprende que del amor nace más amor, porque empieza a amar a su Señor.
El amor que el convertido tiene por Jesucristo le lleva a anhelar ser obediente, se identifica plenamente como un discípulo que desea profundamente seguir los pasos de su Maestro, quien mostró al mundo el mayor ejemplo de obediencia de la historia de la humanidad. Para el seguidor fiel los mandamientos no son gravosos, aunque no siempre los pueda cumplir, sin embargo Cristo, quien conoce los corazones sabe a quién tiene delante de Si y hace que permanezca en Su amor.
Les deseo un maravilloso día pensando en el significado del amor de Cristo Jesús.