Así que, amados míos, tal como siempre habéis obedecido, no sólo en mi presencia, sino ahora mucho más en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor; porque Dios es quien obra en vosotros tanto el querer como el hacer, para su beneplácito. Filipenses 2:12-13 LBLA
Queridos amigos, la obediencia es un tema central para el creyente cristiano.
Dios nos creó para Su gloria, por tanto todo lo que hagamos debe ser obedientemente para su gloria (no para la nuestra). Ir en contra de sus preceptos implica pecar y por tanto estar viviendo alejados de la premisa inicial, es decir vivir para Su gloria.
El apóstol Pablo nos motiva a desarrollar nuestro pasar por esta vida en temor y en temblor, es decir un sentimiento de extremo respeto y muy reverencial para con Dios, que conlleva el temor que deberíamos tener de ofender su infinita santidad.«Tema a Jehová toda la tierra; Teman delante de él todos los habitantes del mundo. Porque él dijo, y fue hecho; Él mandó, y existió.»
Salmos 33:8-9 RVR1960
La buena noticia para el creyente genuino es que Dios, por su buena voluntad, pone el querer en nuestros corazones y también el hacer en nuestras acciones, de tal manera que nadie se puede gloriar de haber hecho algo para Dios, por tanto, la gloria es y será toda de Dios.
Oremos para que Dios nos bendiga con el querer seguirle fielmente y para que podamos hacer las cosas de Dios en esta vida. Si así fuere estemos seguros de tener vida eterna.
Que tengan un día bendecido.