Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados. 1 Juan 2:28 RVR1960
Queridos amigos, la reflexión que Juan hace con tanto amor, dirigiéndose a sus hermanos cristianos como si fuesen en verdad sus hijitos, demuestra que él permanecía en Cristo Jesús.
Para permanecer en Él es requisito haber nacido de nuevo, es decir haber reconocido genuinamente en el corazón que Jesucristo es Señor y salvador y también haberlo declarado con la boca, además de haberse arrepentido del pecado y de haber pedido perdón en humilde sumisión.
¿Qué significa permanecer en Él?
Permanecer en Él es llevar una vida consistente con las sagradas escrituras. Ser esforzado y valiente en el cumplimiento de los mandamientos.
La obediencia en todos los aspectos es parte indispensable para permanecer en Él.
Así mismo, el que quiere permanecer en Él debe ser manso, humilde, misericordioso, sediento y hambriento de la justicia de Dios.
Debe ser una persona que se esfuerce por mantener un corazón limpio y que esté siempre en busca de la paz entre los hombres, en lectura de la Biblia y oración constantes.
Todo esto tendrá su fruto cuando estemos frente a frente con Jesucristo en su segunda venida.
Podremos decirle Señor, Señor y nos dirá que nos conoce y nuestros corazones estarán rebosantes de gozo por su divina presencia.
Qué hermoso es vivir para la gloria del Señor, con el Espíritu Santo que nos conduce a permanecer en Él.
Cuánta belleza existe en el pensamiento que no seré yo quien se aleje avergonzado del Señor, gracias a que el Padre me ha bendecido con su infinita gracia.
Mi gran anhelo es que el Dios Padre les bendiga con su maravillosa gracia.