El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama. Mateo 12:30
Queridos amigos, de acuerdo al mundo en que vivimos, donde cada vez más diferentes situaciones se tornan relativas, suena demasiado radical decir que algo es blanco o negro.
Jesús no nos da alternativa, el dice que si no estás con Él, estás en contra de Él. Suena y es muy radical.
Algunos pondrán estas palabras en tela de juicio diciendo, si bien no estoy del todo con Él, tampoco es que esté en contra de Él. Un típico razonamiento del mundo que contiene el toque de pseudo humildad que muchos se quieren dar. No comulgan con alguien que tiene toda la razón, pero tampoco le rechazan, quieren ser tolerantes.
Jesús, por lo menos en este aspecto, parece no ser tolerante. El mundo enseña que cada uno puede sembrar y cosechar cómo mejor le parezca, es decir cada uno puede hacer lo que le venga en gana porque es libre de escoger y de decidir.
Jesús dice que si no hacemos las cosas a su manera, nada de lo que hagamos está bien, es decir que el que no recoge conjuntamente con Él desparrama. En otras palabras, los que anhelamos vida eterna debemos hacer su voluntad.
Todo aquel que vive una vida del mundo, está viviendo en total lejanía de Dios, la distancia está dada por el pecado.
Es incuestionable que cualquiera que no tiene a Dios en su vida es esclavo del pecado (Juan 8:34), por tanto está sirviendo a otro señor.
El esclavo del pecado está completamente sometido al pecado y vive hiriendo la santidad de Dios, motivo suficiente para estar en contra de Él, el Dios Santo está siendo agredido de forma constante todo el tiempo. De esa manera lo único que se consigue es enemistad con Creador..
Cuando uno es bendecido con la gracia de Dios y comienza a creer firmemente que Jesucristo es su Señor y salvador, es liberado para siempre de la esclavitud del pecado (Romanos 6:17-19), porque a través de la muerte sustituta de Cristo en la cruz puede ser justificado de todo su pecado.
También se habla del nuevo nacimiento, el cual implica haber oído el Evangelio, haber recibido el don de fe, haber creído que Cristo es Señor y salvador, haber sido justificado del pecado y haber sido regenerado en espíritu a vida nueva.
Los nacidos de nuevo son con Cristo Jesús y ya no son contra Él, recogen con Él porque desean vivir alejados del pecado en sumisión y obediencia a su Señor.
Tengan un hermoso día caminando en obediencia.