Cuando estén diciendo: «Paz y seguridad», vendrá de improviso sobre ellos la destrucción, como le llegan a la mujer encinta los dolores de parto. De ninguna manera podrán escapar. 1 Tesalonicenses 5:3 NVI
Queridos amigos, no sé si estaré entre los vivos o entre los muertos cuando el día del Señor llegue, de lo único que tengo absoluta certeza es que llegará.
En general los habitantes del mundo tienen una noción sobre el fin del mundo, pero lo toman como algo tan lejano que no les puede afectar. Hay científicos que vislumbran el fin del mundo para cuando la energía del sol se agote y el astro se apague definitivamente, probablemente será un tiempo para cuando los humanos hayamos mutado a seres con solo cabeza, sin extremidades; así de ridícula es la posición de muchos influenciados por la supuesta buena ciencia.
Viendo cómo avanza el mundo pienso que estamos entrando en la fase de ensayos para su final. La Biblia dice que deben pasar ciertas cosas y que todo se pondrá en extremo difícil y duro. Por doquier vemos corrupción, crimen, engaño, abuso de poder, disensiones y una suma de desastres relacionados con la naturaleza y el medio ambiente.
Debe haber un dominio mundial, el cual se acerca a través de la tecnología. Cada vez más vemos a las nuevas generaciones dependiendo de su celular, no pasará mucho tiempo para que todos estén unidos a alguna tecnología de manera inseparable, y quienes decidan no unirse no podrán comprar ni vender (Apocalipsis 13;17).
Pocos son los que dirán que lo espiritual no es importante, sin embargo, demasiado pocos son aquellos que reconocen a Jesucristo como su Señor, gracias a quien pueden tener vida espiritual verdadera. La mayoría proyecta su vida pensando que el futuro llegará como llegó para sus padres, lo que no vislumbran es que los tiempos se acortan y que cada vez más la segunda venida de Jesucristo es inminente.
Si es así, debemos estar atentos y guardar cómo la Palabra nos enseña, debemos prepararnos, porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperemos (Mateo 24:44), será una gran sorpresa. Estar preparado es vivir una vida de obediencia en santidad, alejados del pecado y buscando hacer el bien. Predicando la Palabra lo más posible para que otros tengan la oportunidad de conocer a Cristo Jesús.
El mundo pasa sus días en sus ocupaciones con una indiferencia en sumo descuidada por lo verdadero. El disfrute sensual ocupa mucho de su tiempo y les distrae de la verdad, los vanos entretenimientos los alejan de la justicia. Serán destruidos estando sumidos en sus sueños de felicidad, en su búsqueda de paz y seguridad.
Quienes viven en las tinieblas y cuyas obras son malas, es decir los injustos, serán sorprendidos desprevenidos. Los impíos sufrirán horriblemente en la segunda venida de Jesucristo. No tendrán escapatoria al terror del castigo de ese día, será un tiempo de juicio donde muchos querrán arrepentirse pero ya será demasiado tarde, de ninguna manera podrán escapar.
No importa si de día o de noche, si trabajando o durmiendo, el creyente genuino ya vive con Jesucristo, es más, Cristo vive en él, por tanto está preparado. De todas maneras es menester del convertido vivir sobrio y atento para la llegada sin anuncio del Señor.
Ese día será de gran alegría y gozo para los justos, pues ellos viven bajo la luz de Jesucristo, alejados de las tinieblas. Cuán maravillosa es la condición de los hijos de Dios, que no tienen nada que temer, teniendo todo lo bueno por esperar.
Les deseo un día muy bendecido.