«Un amigo ofendido es más difícil de recuperar que una ciudad fortificada. Las disputas separan a los amigos como un portón cerrado con rejas.» Proverbios 18:19 NTV
Queridos amigos, a partir de hoy deseo comentarles sobre el perdón.
El creyente tiene que aprender a pedir perdón y a perdonar.
La condición básica para ser cristiano es, en arrepentimiento, pedir perdón a Dios, perdón por todas nuestras ofensas. Una vez realizado este acto de todo corazón, Dios nos perdona, a pesar de no ser merecedores de ese perdón, eso se llama misericordia.
Si ofendemos a un amigo, debemos pedirle perdón con toda sinceridad, para estar en paz con él y con Dios.
Si un amigo nos ofende, no importando la dimensión de la ofensa, debemos estar dispuestos a perdonarlo, recordando la forma en que Dios nos perdonó.
Que Dios les bendiga.