Jehová guarda a todos los que le aman, Mas destruirá a todos los impíos. Salmos 145:20 RVR1960
Queridos amigos, existen historias sumamente conmovedoras donde especialmente madres lo dan todo por sus hijos, incluso cuando esos hijos no corresponden ese amor.
Mi esposa solía decir, como muchas mujeres en el mundo, «yo mato por mis hijos». Confío en que no se trata de un afán asesino, sino más bien de demostrar el gran amor que tienen por el fruto de su vientre.
Veamos cuán diferente es mirar desde la perspectiva de Jehová. Él, de manera opuesta, cuida a todos los que le aman. No que Él no vele por quienes Él ama, pero resalta de manera especial su protección por los que le buscan y anhelan su presencia en sus vidas.
Por otra parte destruirá a todos los que le rechazan, ya sea de manera implícita o explícita. Esto no se compara con el deseo de una madre de destruir a quienes odian a sus hijos, porque las acciones de Dios están enmarcadas en su perfecta ley y sus castigos son el resultado de un juicio también perfecto.
Dios guarda, es decir cuida, a los que le son fieles y obedientes, aquellos que a través del rescate de la esclavitud del pecado mediante la Cruz de Jesucristo y la obra de gracia del Dios Padre son bendecidos para fidelidad y obediencia.
Pues es necesario haber sido primero lavado de los pecados con la sangre de Cristo para convertirse luego en templo del Espíritu Santo y ser capacitado por el mismo Espíritu para anhelar vivir en santidad, es decir en obediencia a la Palabra de Dios.
Por otra parte están los impíos, que viven rechazando a Dios porque sus preceptos les incomodan o simplemente prefieren creer que ellos son los artífices de sus destinos y que no necesitan de nadie más que de ellos mismos.
Todo aquel que ignore o rechace a Dios será destruido, no porque su actitud le cause rabia a Dios, sino porque su naturaleza de pecadores (que es la que todos tenemos) les lleva a vivir en pecado y la paga del pecado es muerte según la Biblia.
Exaltemos a Dios por su misericordia para con los que reconocen a Jesucristo como su Señor y salvador.
Les deseo un día muy bendecido.