Por tanto, guardaréis mis estatutos y mis ordenanzas, los cuales haciendo el hombre, vivirá en ellos. Yo Jehová. Levítico 18:5 RVR1960
Queridos amigos, la religión de los seguidores de Cristo es única y es la única verdadera, pues no es una copia ni una extensión de alguna de los miles de religiones falsas creadas por el hombre.
El Dios de la Biblia es el único Dios y los que siguen a dicho Dios deben ser diferentes, no por ser o considerarse mejores o por tener cualidades superiores al resto. Simplemente porque son llamados por Dios a pensar y comportarse diferente, acorde a Su Palabra escrita y en función a su nuevo nacimiento espiritual y a su arrepentimiento de pecados.
El único Dios es también el único Todopoderoso con cuyo poder realiza hazañas prodigiosas, que solo Él puede hacer, y una de ellas es llevar de la condición de muerte espiritual a vida nueva espiritual, eso se conoce como la regeneración del espíritu por el poder del Espíritu Santo de Dios.
Con el mismo poder Su Hijo se encarnó en semejanza de hombre, murió en la cruz y resucitó de entre los muertos, venciendo definitivamente a la muerte y al pecado, ahora reina desde los cielos sentado a la diestra del Padre celestial. Sin dicho maravilloso poder no sería posible la muerte sustituta de Cristo, del cordero perfecto, para pagar los pecados de muchos pecadores, y que éstos puedan ser perdonados y limpiados, para proseguir con una vida nueva cambiada, acompañada de arrepentimiento, lo cual implica un cambio radical de vida, de pensamiento, de hablar, de actuar, y eso los hace diferentes del resto.
Muchos en el mundo dicen honrar al Señor, pero Dios les dice: Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas mandamientos de hombres (Marcos 7:7), entonces no son tan diferentes de quienes no desean honrar a Dios.
Afirman ser religiosos devotos y elevan plegarias al cielo demostrando una envidiable piedad, pero su manera de hablar sorprende apenas salen de su templo, y Dios les vuelve a decir: Si alguno se cree religioso, pero no refrena su lengua, sino que engaña a su corazón, la religión del tal es vana (Santiago 1:26).
No se avergüenzan de sus ídolos, pues para ellos representan una suerte de acompañamiento para Dios, especialmente cuando afirman que Dios no les escucha, se protegen y hasta amenazan con ellos. El dinero y Dios, la política más Dios, los ídolos religiosos andando junto con Dios y así una larga procesión de funestos ídolos que pueden coexistir sin problema con el Señor de señores y Rey de reyes.
Pero ante tanta libertad (mejor libertinaje), podríamos decir con preocupación: qué extraño que Dios amoneste a sus hijos diciéndoles: ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque ustedes son el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo (2 Corintios 6:16).
Y no solo amonesta sino que también ordena: Por lo cual, salgan de en medio de ellos (de los ídolos), y apártense, dice el Señor, y no toquen lo inmundo; y yo los recibiré, y seré para ustedes por Padre, y ustedes me serán hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso (2 Corintios 6:17-18), y eso los hace diferentes.
La verdadera religión es guardar los estatutos y ordenanzas de Dios, si se cumple, la consecuencia es maravillosa: el hombre vivirá para la eternidad en ellos acompañado por Dios. Entonces la religión pura y sin mancha delante de Dios el Padre es esta: Guardarse del mundo para mantener la pureza que a Dios le agrada y cumplir con los deberes cristianos (Santiago 1:27).
La lucha contra el mal y el pecado es ardua, no nos detengamos, pues estamos sustentados por el inagotable poder de Dios, seamos fieles servidores de Jesucristo haciendo Su voluntad, demostremos que somos diferentes, no por ser mejores sino porque Dios nos acompaña, recordando a nuestro prójimo que el Padre no hace acepción de personas para que se arrepienta y convierta.
Les deseo un día muy bendecido.