No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. 1 Juan 2:15-17 RVR1960
Queridos amigos, Jesús hizo la voluntad de Dios y ahora está sentado a la diestra del Padre.
El que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. Permanece para siempre en la presencia de Dios en un estado de vida espiritual eterna.
Implica un disfrutar eterno de la sublime presencia del Todopoderoso, sin dolor, sin pena, sin sufrimiento.
Ante esa maravillosa promesa, ¿por qué seguir amando al mundo?
La palabra nos dice que uno de los enemigos espirituales es el mundo.
Entonces lo lógico y coherente sería estar alejados de un enemigo, sin relativismos, de manera radical.
¿Acaso la palabra no es clara? Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
Quien no vive alejado de los deseos carnales o los deseos de los ojos, que el mundo incita, difícilmente puede decir que Dios está con él.
Podrá pregonar que cree en algún dios cuando le conviene, pero es evidente que no tiene al Dios de la Biblia en su corazón.
Haciendo lo que la cultura te obliga a realizar y siguiendo lo que todos hacen no es más que una demostración de estar viviendo la vanagloria de la vida y si te parece exagerado pregúntaselo al Dios verdadero, porque quizás otro dios te lo consienta.
El cristiano vive en el mundo, pero no es del mundo, por eso es que se siente como un total forastero. El creyente vive en contra de la cultura y de lo que todos piensan, porque busca ser obediente a los preceptos de Dios.
Se necesita ser esforzado y valiente.
Miremos, sin remontarnos profundamente en el pasado, los hippies fueron una cultura arraigada en los años 60 y 70, «peace and love», ¿tuvo todo esto algo que ver con Dios? ¡Por supuesto que no! Pero hasta ahora es común recordar Woodstock con nostalgia como si fuese un hito atractivo de la historia.
El mundo sufre constantes cambios, parecería que es un girar continuo de prueba y error. Cuando se pensó que ya no habría más guerras fue solo una fatamorgana, cuando se pensó que ya se había llegado a un nivel superior en el desarrollo socio económico ligado a la paz, plaf, ahí tenemos una Europa cada vez más sumida en el terror…
No nos fijemos en el mundo, pongamos nuestra mirada en lo inmutable, perfecto y eterno. Que tengan un día muy bendecido. Pido en oración, que sea Dios otorgándoles el discernimiento para identificar a nuestros enemigos espirituales.