Porque son nación privada de consejos, Y no hay en ellos entendimiento. ¡Ojalá fueran sabios, que comprendieran esto, Y se dieran cuenta del fin que les espera!” Deuteronomio 32:28-29 RVR1960
Queridos amigos, no creo ser el único a quien le faltó juicio en diferentes situaciones y el resultado posterior no fue el esperado (lo cual no me consuela).
El mundo atribuye parte de la sabiduría a la experiencia, sin embargo, la sabiduría se concentra en el temor de Dios. Experiencia sin temor de Dios lleva a una sabiduría pobre por no decir falsa.
Por lo tanto, para tener un buen juicio es imprescindible conocer lo que Dios quiere y vivir en el temor de Jehová.
Israel estaba siendo una nación privada de consejo, es decir sus juicios no iban de acuerdo a los decretos, las ordenanzas, las instrucciones y los mandatos que Dios les había dado a estos descendientes de Jacob.
La queja era que no había entendimiento en ellos. No se trata de inteligencia, al igual que en aquellos tiempos hoy por hoy existen personas muy inteligentes, que, sin embargo, rechazan a Dios.
De eso se trata ser falto de entendimiento, la Palabra nos habla de tener ojos para ver y oídos para oír (Jeremías 5:21), sin embargo, no ven ni oyen, porque son una casa rebelde (Ezequiel 12:2).
Dios en su justicia debe castigar la idolatría y la rebelión, sin embargo en su misericordia perdona y permite que Israel continúe haciendo historia. No llegamos a entender el proceder de Dios, pero podemos ver que decide preservar a los hijos de Israel. Pero de lo que no podemos dudar jamás es de los fines que tiene Dios, que siempre estarán sustentados en su santidad y sabiduría, es decir, que toda decisión que toma tiene siempre fines santos y sabios.
Tengamos la esperanza, si no la certeza, de que Dios ayudará al regreso de los pecadores a su seno. Dios es fiel con su pueblo y nunca permitirá para sus escogidos la vergüenza por la que pasarán los hijos del diablo. Lo cual no debe llevar a pensar que dejará de dar exhortación, reprensión y castigo de acuerdo a la necesidad que cada uno tenga.
La falta de entendimiento lleva a no considerar la dimensión de la pérdida que se puede tener por estar andando en rebeldía. Las transgresiones solo pueden llevar a calamidad y desgracia, vivir sumergido en el pecado no da la más mínima oportunidad de considerar la felicidad postrera que se está alejando cada vez más.
No solo se trata de la pérdida de la felicidad sino de un fin incomparablemente doloroso. Todos los rebeldes se constituyen en enemigos de Dios y éstos serán sometidos a juicio sin previo aviso. Cuando los transgresores estén más a sus anchas, disfrutando de su pecado, vendrá sobre ellos destrucción repentina, así está escrito.
Tengamos claro quién es nuestra Roca y Fortaleza, y pongamos nuestra confianza solo y únicamente en Dios. Quienes confían en otra roca se verán defraudados y pasarán por la impotencia y el dolor de saber cuán equivocados habían estado.
Quienes rechazan a Jesucristo actúan de la misma manera en que actuó el pueblo hebreo. Humillemonos ante el Señor y arrepintámonos de nuestros pecados, convirtámonos a Cristo y busquemos con todas nuestras fuerzas serle fiel. Démonos cuenta del fin que nos espera, si continuamos viviendo la misma vida mundana, a pesar de aseverar que somos cristianos.
Les deseo un muy buen día, especialmente bendecido.