Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces? Daniel 4:35 RVR1960
Queridos amigos, especialmente en esta generación dominada por la psicología, que se esfuerza en trabajar en el “tu puedes si te lo propones” y el pensamiento positivo de la metafísica, se nos enseña que tener un buen nivel de autoestima es muy importante para vivir con éxito en el mundo.
Esto parte de la premisa que el humano se sitúa sobre toda la existencia viviente, Dios ordenó que nos enseñoreáramos (Génesis 1:28), es decir que el hombre es el ser más alto de la creación terrenal.
Los evolucionistas hacen desarrollarse al hombre de seres inferiores, que hoy por hoy están siendo considerados superiores porque no demuestran el pecado del hombre, es decir que son más buenos. Me refiero a la zoolatría (idolatría por los animales), que está cada vez más fuerte y hasta la publicidad hace uso de esta corriente para vender más.
Escuché de algunas personas que ellas consideran a un mono o a un perro superior a muchos, porque no hace ningún mal y es más confiable…
Vemos que en el mundo existen contradicciones sobre el valor de hombre, sin embargo, la mayor tendencia está todavía en que somos importantes, somos el centro y necesitamos valorarnos, de ahí la teoría de la autoestima.
Leyendo la Palabra sorprende que diga que todos los habitantes de la tierra somos como nada, y si así dice es porque es cierto. Esta aseveración no está pensada para bajarnos la moral, sino más bien para que exaltemos al único que es. Jehová Dios es el Yo Soy (Éxodo 3:14) es un ser increado, que vive desde la eternidad y por la eternidad, y su reino es tal cual Él es: eterno y sobre todo.
Podemos protestar contra esta posición de que nada somos y resistirnos. Pero conociendo que el poder de Dios permite resistencia y que es clemente, misericordioso y tardo para la ira, debemos vivir para agradecerle.
No podemos esperar que Dios nos honre diciendo que somos algo por nuestra condición caída de pecado. Solo a partir que confesamos nuestros pecados y nos humillamos en arrepentimiento ante el Creador, reconociendo que Él es nuestro amo y Señor, que Él es soberano sobre todas las cosas, entonces podemos esperar que Dios nos honre en alguna manera.
La mayor honra que podemos esperar es que Dios nos declare justos, recordemos que la Biblia enseña que no hay ni un solo justo (Romanos 3:10) en este mundo. El Señor nos devuelve la dignidad perdida por el pecado heredado de Adán.
No olvidemos que nada hacemos para ser declarados justos, la gloria siempre es toda de Dios, todo el mérito se lo lleva el Señor Jesucristo con su maravillosa obra realizada en este mundo a través de su justicia y gracia.
Este versículo es parte de la historia bíblica de Nabuconodosor, quien fue abatido duramente por Jehová gracias a su gran soberbia. A Nabuconodosor le fueron abiertos los ojos después de haber pasado por gran penitencia y aflicción, quiero creer que fue salvo.
Dios es bueno y da consuelo al humilde pecador que se dirige a Él con corazón quebrantado.
Les deseo un día muy bendecido.