Quiso Pablo que este fuese con él; y tomándole, le circuncidó por causa de los judíos que había en aquellos lugares; porque todos sabían que su padre era griego. Hechos 16:3 RVR1960
Queridos amigos, en el primer Concilio llevado a cabo en Jerusalén por creyentes verdaderos de la Iglesia, se había definido que la circuncisión no era necesaria para ser seguidor de Jesucristo. Este magno acto se llevó a cabo con anterioridad a la circuncisión de Timoteo.
Los judíos creían con firmeza en la circuncisión, pues era un acto importante que hacía parte del (antiguo) pacto que tenían con Dios. No reconocían o desconocían el nuevo pacto realizado a través de Jesucristo.
Los actos que no eran exigidos por el nuevo pacto y que se exigían como prácticas de la ley judía se describen como judaizantes, una observancia necesaria para muchos cristianos salidos de los judíos (fariseos), que no habían comprendido la obra de Cristo Jesús (libertad cristiana). Convertían, para los gentiles nacidos de nuevo, la observancia de la ley de Moisés en un requisito para desarrollar una vida en Cristo.
La circuncisión no garantiza el cumplimiento de la ley. Por ello Pablo expresó en Gálatas 6:13: Ni siquiera los que luchan a favor de la circuncisión cumplen toda la ley. Lo que pasa es que quieren obligarlos a circuncidarse para luego jactarse, diciendo que ustedes son sus discípulos.
Nace la pregunta, ¿por qué decidió Pablo circuncidar a Timoteo, si no era necesario para fines cristianos?
La respuesta la dio él mismo en 1 Corintios 9:19-20: “Aunque soy libre respecto a todos, de todos me he hecho esclavo para ganar (para Cristo) a tantos como sea posible. Cuando estaba con los judíos, vivía como un judío para llevar a los judíos a Cristo. Cuando estaba con los que siguen la ley judía, yo también vivía bajo esa ley. A pesar de que no estoy sujeto a la ley, me sujetaba a ella para poder llevar a Cristo a los que están bajo la ley.”
Timoteo era de madre judía y padre griego, esta condición daba lugar a que fuese mal visto por los judíos, como un mestizo. Pablo deseaba que Timoteo se pudiese mover con libertad y sin recelos en el mundo judío, buscaba el ingreso libre a las sinagogas. Con la circuncisión Timoteo pudo borrar parcialmente el estigma que recaía sobre él y conseguir su objetivo.
Pablo circuncidó a Timoteo, quien se entregó voluntariamente, demostrando un gran carácter cristiano. No lo hizo para cumplir el ritual judío, sino como acto de entrega para romper barreras y poder llegar a los judíos a fin de ganarlos para Jesucristo.
Este hecho se puede describir como una forma poco ortodoxa de actuar, sin embargo, hay situaciones en las cuales el creyente debe ir más allá, a fin de ayudar a los impíos a recibir el evangelio. ¡Cuánto amor cristiano!
La mentalidad arraigada a causa de la religión se convierte en un obstáculo rígido para llegar a Cristo. Los judíos no comprendían, que no importa si fuimos o no circuncidados. Lo que importa es que hayamos sido transformados en una creación nueva (Gálatas 6:15).
La historia de la iglesia nos enseña que en diversas épocas han aparecido tendencias judaizantes, de las cuales hay que tener mucho cuidado, pues representan una estrategia del maligno para distraer y alejar de Dios a los inconversos.
Les deseo un día muy bendecido.
“Es mejor decir la verdad que duele y luego sana, que la mentira que consuela y luego mata”. A.R.