Y reunidos con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero a los soldados, diciendo: Decid vosotros: Sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron, estando nosotros dormidos. Mateo 28:12-13 RVR1960
Queridos amigos, a sabiendas de que hasta un excelente plan puede fracasar, muchos diseñan un plan B y otros lo improvisan.
El primer plan de los líderes judíos, que a un inicio parecía perfecto, porque había terminado de manera exitosa con la crucifixión y eliminación de su enemigo Jesús, se vio de pronto afectado por su inesperada resurrección.
En estos tiempos vemos cómo el hombre natural, por ejemplo, en su forma de político, hace lo posible e imposible para opacar a sus contrarios. No duda en utilizar cualquier medio, por más malo o ilegal que sea. Puede traicionar, sobornar, calumniar, acusar en falso, engañar, desprestigiar y si fuera posible también eliminar.
Es sin duda la condición caída del hombre natural que le conduce a actuar de dicha manera o de otras formas parecidas, cuando los intereses se sobreponen a las personas. No hay gran diferencia entre los religiosos judíos que veían su estabilidad, prosperidad y poder amenazados, y los poderosos o los que desean convertirse en ellos, de estos tiempos. Sin lugar a dudas el fin justifica los medios.
Cuánta maldad es capaz de cometer el hombre por amor al dinero y por (no dejar de) ostentar el poder.
El plan B se estaba poniendo en acción, había que evitar por todos los medios que se difundiera la noticia de la resurrección. La nueva solución fue el resultado de la maldad espontánea, decidieron sobornar a los soldados de la guardia para que mintiesen, afirmando que los discípulos de Jesús habrían robado su cuerpo mientras ellos dormían.
Una estúpida idea acompañada de una burda mentira consigue engañar los corazones de quienes no quieren ver la verdad. El hombre natural está dispuesto a creer cualquier mentira antes que la verdad de Dios, porque el pecado domina su vida.
Al corazón engañoso y malvado no le preocupa la verdad en la medida en que no se vea afectado, o más aún, en la medida en la que se vea beneficiado. Los sacerdotes judíos harían cualquier cosa por no perder credibilidad y, por tanto, poder y dinero.
La lógica que tanto ama el hombre natural no fue tomada en cuenta, el entendimiento y la inteligencia fueron anulados por la maldad de conseguir el objetivo, costase lo que costase. El hecho de afirmar haber estado dormidos es para el más ingenuo de los investigadores un elemento de prueba de la mentira. Si los soldados hubieran estado dormidos, ¿cómo supieron lo que pasó?
Y si alguno hubiera estado despierto hubiera dado la alarma para evitar el robo, pues esa era su única función. Sin soborno de por medio jamás se habrían atrevido a decir que estaban dormidos, porque los sacerdotes judíos hubieran sido los primeros en exigir su ejemplar castigo.
Por otro lado los discípulos de Jesús no fueron juzgados, pues si hubiera habido algo de verdad, por lo menos, habrían sido convocados ante las autoridades, cosa que no sucedió. Hasta un cándido investigador encontraría de manera rápida y contundente la falsedad de la historia.
Es increíble pero cierto, pues dicha mentira viene sirviendo para mantener alejado a Cristo de las vidas de muchos. Para muchos la resurrección continúa siendo causa de conmoción, pues no les agrada el impacto que pueda tener la verdad, porque desean imponer su manera de pensar dominada por el pecado.
Por supuesto que ninguna mentira se puede anteponer a los planes de Dios, pues la Verdad es eterna y por tanto prevalecerá a cualquier maquinación malvada. Llegará el día en que todos verán cómo el bien se sobrepone al mal venciéndolo de manera definitiva.
Les deseo un día muy bendecido.
“Es mejor decir la verdad que duele y luego sana, que la mentira que consuela y luego mata”. A.R.