Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Hebreos 4:12 RVR1960
Queridos amigos, llama la atención que la palabra de Dios sea comparada a una espada de dos filos, que es capaz de cortar todo.
Se trata una comparación muy acertada por parte del autor del libro de Hebreos.
Cuando la palabra, es decir el Evangelio de Jesucristo, hace efecto sobre el que la recibe actúa tal cual una poderosa espada que corta con infinito poder, generando una separación entre una vida en injusticia y una vida en justicia, entre un devenir en impiedad y un devenir en piedad, desechando lo malo y cultivando lo bueno, separando la oscuridad de la luz.
Corta el yugo de esclavitud del pecado y libera al nuevo convertido de tan maldita opresión.
La palabra convence, convierte y consuela poderosamente. Lleva a humildad al alma orgullosa. Logra que lo perverso se convierta en manso y obediente.
El pecado que se ha vuelto natural para el alma, profundamente arraigado en ella, es cortado de un solo golpe y para siempre por la poderosa espada de la palabra.
La palabra tiene el poder de mostrar al pecador todo lo que hay en su corazón.
Tengamos la palabra siempre en nuestras mentes, sus principios que dan vida en nuestros corazones, confesando a Jesucristo con nuestros labios y sometiéndonos a ella en nuestras vidas.
Que Dios les bendiga con su gracia.