¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia. Él volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados. Miqueas 7:18-19 RVR1960
Este pasaje nos muestra uno de los atributos de Dios, la misericordia. La maldad que tenemos para con Dios es irreconciliable y no puede ser pagada ni con todo el oro del mundo y la Biblia dice que la paga para el pecado es muerte, muerte eterna.
La única forma en que podemos ser perdonados es a través de Cristo, con su muerte en la cruz, y la misericordia de Dios obrando en nosotros.
¡¡¡El perdón de Dios es entonces un regalo, que tiene un valor inimaginable, mucho más que todos los tesoros del mundo y Dios nos lo da!!!
Qué hermoso saber que nuestro Señor no nos reprochará después de habernos perdonado, porque echará nuestros pecados en lo profundo del mar y se olvidará de ellos.
«Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.»
1 Juan 1:9 RVR1960
Entonces cuando nosotros perdonemos, también echemos al fondo del mar las ofensas de nuestro prójimo.
Que Dios les acompañe.