Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, Que habitar en las moradas de maldad. Porque sol y escudo es Jehová Dios; Gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad. Jehová de los ejércitos, Dichoso el hombre que en ti confía. Salmos 84:10-12 RVR1960
Queridos amigos, podemos ver la humildad del salmista al decir que prefiere dormir delante de la puerta de Dios, que estar alejado de Él en caminos que no convienen.
Se ve la actitud del convertido verdadero que lo quiere dar o perder todo con tal de estar cerca de su Señor.
Porque el corazón del creyente genuino rechaza toda maldad, lo cual no significa que no pueda ser tentado y también ser llevado a pecar.
El creyente anhela a Dios en y para su vida. Desea ser obediente, aunque durante su caminar en este mundo tropiece en pecado.
Sin embargo el Espíritu Santo está con él, acompañándole en su camino de santidad, ayudándole a vivir alejado del pecado.
En ese sentido Jehová es sol y escudo, porque alumbra el camino del creyente y le protege contra las arremetidas de sus enemigos: su propia carne, el mundo y Satanás.
Una vez que Dios nos elige ya no hay marcha atrás, somos salvos y para siempre. Es por eso que nadie quitara el bien a los que andan por los caminos del Eterno.
Bienaventurado el que confía en Jehová, ese sí estará disfrutando de la verdadera felicidad.
Que tengan un día dichoso en la compañía de Jesús.