y dijo: «Alabado sea el nombre de Dios por siempre y para siempre, porque a él pertenecen toda la sabiduría y todo el poder. Él controla el curso de los sucesos del mundo; él quita reyes y pone otros reyes. Él da sabiduría a los sabios y conocimiento a los estudiosos. Él revela cosas profundas y misteriosas y conoce lo que se oculta en la oscuridad, aunque él está rodeado de luz. Daniel 2:20-22 NTV
Queridos amigos, en este pasaje podemos ver lo grandioso que es Dios.
Recordemos que Dios nos muestra solo lo que Él quiere que conozcamos de Él.
Sin embargo la parte de Su ser que nos muestra, es para nuestro concepto humano de dimensiones inconmensurables.
Dándonos cuenta de su dimensión y de su poder y conociendo sus atributos como la bondad, la misericordia y el amor entre varios otros, es que elevamos nuestra voz para alabarle y bendecirle.
El salmista pide que alabemos a Dios por siempre y para siempre; para cumplir tan hermoso pedido es necesario ser creyente convertido que vive bajo la promesa de vida eterna.
Ahora imaginemos la dimensión de poseer toda la sabiduría y todo el poder. Dios conoce todo, incluso los más recónditos secretos del corazón y Dios lo puede todo.
Pensemos que lo que podamos imaginar, eso lo puede Dios (por si acaso Dios no miente y no hace el mal). Su grandeza y poder van más allá de nuestra imaginación porque Él tiene características infinitas.
Nada de lo que sucede en este mundo en el que vivimos está sujeto a la casualidad o al caos, porque Dios lo tiene todo bajo su control soberano.
Aquí nace la pregunta típica, ¿si Dios es bueno y tiene control sobre todas las cosas, por qué este mundo está cómo está?
Jamás olvidemos que Dios es Dios soberano y perfecto, por lo tanto nosotros no tenemos nada de que reprocharle.
Por otro lado este mundo está bajo la potestad de Satanás, quien, según la palabra, es príncipe de este mundo y príncipe del mal.
Finalmente, las dimensiones de Dios son infinitas y nosotros pensamos en dimensiones terrenales. Normalmente pensamos que somos cuerpo con alma, pero para entender la dimensión del tema debemos decir que somos alma con cuerpo.
Por nuestro pecado todos, sin excepción, estamos destinados a una eternidad en el lago de fuego y azufre, sin embargo Dios es misericordioso y promete vida eterna para quienes se arrepienten de sus pecados y se convierten a Jesucristo.
Les deseo un bonito domingo de descanso y que Dios les bendiga.