Pero cuando yo diga al impío: «Ciertamente morirás», si él se aparta de su pecado y practica el derecho y la justicia, si el impío devuelve la prenda, restituye lo que ha robado, anda en los preceptos de vida sin cometer iniquidad, ciertamente vivirá, no morirá. Ezequiel 33:14-15 LBLA
Dios tiene otro atributo, que es la misericordia.
Misericordia implica no recibir lo que merecemos, es decir muerte eterna.
Cuando Dios actúa sobre nosotros, siendo misericordioso, y nosotros reconocemos a Jesús como nuestro Señor, que murió en la cruz por nuestros pecados y resucitó de entre los muertos, entonces recibimos de su gracia salvadora.
Gracia significa recibir lo que no merecemos, es decir vida eterna.
El arrepentimiento de los pecados juega un papel trascendental, porque sin arrepentimiento, no hay conversión ni vida eterna posibles.
Arrepintámonos y convirtámonos.
Que Dios nos acompañe.