¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia. Miqueas 7:18 RVR1960
Hoy domingo es un día de familia, de descanso, quizás de reflexión. Amigos les invito a reflexionar una vez más sobre el perdón y su importancia para nuestras vidas físicas y especialmente espirituales.
¿Podremos deleitarnos en misericordia? Seamos perdonadores rápidos y misericordiosos y que la gloria sea para Dios Padre.
«Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.» Lucas 23:34 RVR1960
Qué misericordia la que muestra nuestro Señor Jesucristo.
En verdad cuando ofendemos no sabemos lo que hacemos, aún cuando nuestra ofensa es a propósito. Reflexionemos sobre estas poderosas palabras del Salvador.
«Te alabaré, oh Jehová, entre los pueblos; A ti cantaré salmos entre las naciones. Porque más grande que los cielos es tu misericordia, Y hasta los cielos tu verdad.»
Salmos 108:3-4 RVR1960
Nos queda rumiar la palabra del Señor y digerirla lo mejor posible para que nutra nuestro espíritu.
En agradecimiento a tanta bondad alabemos sin cansancio, exaltemos al Todopoderoso, Rey de reyes.
Con esto finalizó la serie sobre el perdón, gracias por su atención y que Dios les bendiga.