Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. Lucas 21:34 RVR1960
Queridos amigos, haciendo alusión a los epitafios en las tumbas, en una jugada creativa de la publicidad ponen un epitafio, casualmente en la playa, a los vivos que disfrutan de un buen seguro: QEVD, Que En Vida Disfrute.
Se trata de la expresión creativa del verdadero pensamiento del mundo, no es casualidad que los de la agencia publicitaria hayan tomado la decisión de «vender» la idea de esa manera, porque con seguridad refuerza el sentimiento de las personas de que solo se vive una única vez y por tanto hay que disfrutar de esta vida.
La expresión «la gente cree que la vida es playa» describe de manera adecuada el pensamiento de muchas de las personas de nuestro mundo latino. Es una mentalidad ligada a la visión de que hay que pasarla bien, por tanto es prácticamente irrenunciable comer y beber también bien, lo cual conlleva a que se termine en glotonería y embriaguez.
En contraposición a los distendidos fines de semana con los que la mayoría sueña, se encuentran los afanes de esta vida. Afán es una palabra en las Escrituras que describe las preocupaciones y las ansiedades que trae este mundo.
La preocupación es nociva porque roba a las personas la capacidad de ver la realidad. El motivo para que esto suceda se da porque la preocupación maximiza el lado negativo de las cosas. El preocupado enfoca sus pensamientos en el lado oscuro de sus circunstancias y consigue ver un futuro negro.
De ahí que la peor de las combinaciones es llegar al fin de semana con las preocupaciones de la vida y disponer de tiempo y medios para sumergirse en la piscina de la comilona y la borrachera.
Esto puede convertirse en un modus vivendi y en realidad lo es para muchos.
Las Sagradas Escrituras enseñan que llegará el día en que Jesucristo retorne en su segunda venida, será como ladrón en la noche, cuando nadie menos lo espere lo veremos llegar en las nubes.
Su segunda venida será para juzgar a vivos y a muertos, en contraposición a su primera venida que fue para salvar a muchos de la muerte eterna.
El juicio de su segunda venida dará lugar al castigo de muchos pecadores en el infierno, habrá quienes tuvieron una vida religiosa y le dirán Señor, Señor, y les responderá: no les conozco hacedores de maldad. Serán momentos tremendos de desesperación donde todos los que le rechazaron doblarán rodillas y reconocerán que Él es el Señor.
Cuanto amor y bondad existen en esta advertencia, ahora es cuando debemos dejar el pecado y arrepentirnos, ahora es el momento indicado para alejarnos de los afanes de esta vida y dedicarnos a vivir para Dios. El cristianismo no se trata de religiosidad, sino de una relación con el Creador, reconociendo el señorío de Jesucristo y vivir haciendo su voluntad.
Dios quiera bendecirles abundantemente en este día.